El Desafío de la Coalición
En nuestro país, saludablemente vamos a vivir otro año electoral que, a consecuencia de ello, las calles, los medios de comunicación y las redes sociales se inundan de promesas, proyectos e ideas propuestas por los diversos candidatos que aspiran a dirigir el destino del país. Sin embargo, si nos detenemos a observar minuciosamente se revela una preocupante característica común en la mayoría de los candidatos, una alarmante pobreza de visión a largo plazo. La pregunta fundamental que pocos parecen responder es: ¿qué país queremos tener dentro de 20 o 30 años?
Esta carencia de perspectiva no es un fenómeno aislado ni reciente; es más bien un reflejo de una cultura política que parece estar más enfocada en las necesidades y desafíos inmediatos (que tampoco parecieran responder ni resolver), dejando de lado la planificación y visión estratégica del país. Este enfoque cortoplacista se manifiesta en áreas cruciales para el desarrollo y la seguridad del país, tales como la defensa nacional, la promoción de la industria nacional, y la implementación de cambios estructurales significativos.
Es desazonador ver como la mayor parte del sistema político ignora nuestra defensa nacional y como funciona el mismo, es uno de los ejemplos más palpables de esta falta de visión. A pesar de vivir en un mundo cada vez más complejo y volátil, donde los desafíos a la seguridad y la estabilidad no reconocen fronteras, el tema de la defensa sigue siendo relegado a un segundo plano en el debate público y político uruguayo. Este desinterés no solo compromete la capacidad del país para proteger su soberanía y a sus ciudadanos frente a amenazas externas e internas, sino que también refleja una peligrosa complacencia y una falta de comprensión sobre la importancia de contar con fuerzas armadas modernas, profesionales y bien equipadas para el momento actual en el que se vive.
En lo que respecta a la promoción de la industria nacional, la situación no es menos preocupante. Uruguay, con sus vastos recursos naturales y humanos, tiene el potencial de desarrollar industrias competitivas a nivel global en diversos sectores. Sin embargo, la falta de políticas de estado coherentes y sostenidas en el tiempo que apoyen la innovación, la investigación y el desarrollo, así como la inversión en infraestructura y tecnología, ha limitado el crecimiento y la diversificación de nuestra base industrial. Esta miopía no solo frena el desarrollo económico, sino que también condena al país a una peligrosa dependencia de unos pocos sectores y mercados externos, por ejemplo, la fuerte dependencia que tiene Uruguay de China en el sector agroexportador.
Finalmente, la ausencia de propuestas para cambios estructurales significativos es tal vez el indicio más claro de la limitada visión de futuro de nuestro sistema político. Los desafíos del siglo XXI, requieren de respuestas audaces y transformadoras. Sin embargo, el debate político parece girar en torno a ajustes marginales, sin la ambición o la valentía necesaria para plantear y ejecutar las reformas profundas que el país necesita para adaptarse y prosperar en un mundo en constante cambio.
Este año de elecciones ofrece una oportunidad única para que los candidatos y los partidos de la coalición republicana demuestren una verdadera visión de futuro. Más allá de las promesas de corto plazo, es imperativo que se comprometan con políticas de estado a largo plazo que aborden los desafíos estructurales de nuestra defensa nacional, promuevan el desarrollo nacional y preparen al país para el futuro.
Por lo que, dicha coalición tiene ante sí el desafío de superar esta pobreza de visión a futuro y demostrar que es capaz de planificar y trabajar hoy por el país que queremos mañana. Esto requiere un cambio de paradigma en nuestra cultura política, donde la visión estratégica, la planificación a largo plazo y el compromiso con el futuro se conviertan en pilares fundamentales de nuestra acción política y social. Solo así podremos asegurar un desarrollo duradero para las próximas generaciones de uruguayos.
Dr. Efraín Maciel Baraibar