Artigas fue recordado por las agrupaciones de Cabildo Abierto: “Rivera Avanza” y “Bastión del Norte”
Este 19 de Junio 2023 se cumplen 259 años del natalicio de nuestro Prócer Don José Gervasio Artigas «el protector de los pueblos libres». Y la historia dice, que se fue al Paraguay, cansado de ser traicionado. Allí vivió sus últimos años en la pobreza y acompañado de muy poca gente que realmente lo cuidó y respetó hasta el final de su vida. Los guaraníes del lugar, lo llamaron : Karaí Guazú. Alma grande. Por tal motivo, en horas de la mañana en el rincón de la patria de Plaza Artigas de la ciudad de Rivera, representantes de las agrupaciones de Cabildo Abierto: “Rivera Avanza” y “Bastión del Norte” lo homenajearon como corresponde. En el acto hizo uso de la palabra el presidente del Cabildo Departamental de Rivera, edil Waldemar Mancebo.
Hoy no recordaré su biografía, tratare sucintamente de exponer aquellos principios sociales y filosóficos que hicieron de nuestro héroe nacional lo que es para nosotros, una guía en el quehacer político y social del partido. Aquellos principios que han quedado plasmados fundamentalmente en los documentos emitidos por el Prócer durante el gobierno de Purificación en los que se expresan claramente la concepción humanista, la sensibilidad social, el proyecto político y la visión estratégica del artiguismo.
En aquellos días buscaba la independencia de España, pero además perseguía una segunda independencia que dotaba a las provincias de la capacidad de autogobernarse, de poder tomar sus propias decisiones.
Fue un verdadero caudillo de masas que amparó a esos anónimos sin voz; los acallados esos protagonistas desconocidos, esa pluralidad de colectivos sociales que van desde los campesinos, obreros, aborígenes, desposeídos, explotados y excluidos que han sido actores de la historia en sus reclamos y rebeldías en la lucha por ser reconocidos en sus derechos, y en su dignidad y que Artigas les otorga un lugar protagónico en la lucha por cumplir un sueño americanista.
Artigas forma un verdadero ejército popular integrado por peones, indios, criollos, y negros, quienes encuentran en él un representante que los guiará hacia la independencia. Los únicos que lucharon junto a Artigas hasta que este fue en 1820 fueron los indios, y tal fidelidad se debía a que el caudillo fue el único que respetó y defendió la igualdad de derechos de estas poblaciones. Uno de los hechos más significativos en el cual se puede observar el liderazgo que poseía José Gervasio Artigas fue en el denominado Éxodo Oriental, también conocido como la “redota” deformación de la “derrota”, allí una multitud de hombres, mujeres, ancianos y niños con sus pocas pertenencias y bajo su protección, inician la marcha hacia la provincia de Entre Ríos, asentándose en el Ayuí ubicado cerca de la ciudad de Concordia y escapando de las persecuciones de los realistas y portugueses.
Como dijo Zorrilla de San Martín “tomó todo su pueblo y lo cargó en sus hombros de gigante” y el pueblo dejó todo por seguir a su líder, a pesar del sacrificio que significaba recorrer más de 500 kilómetros con sus familias.
Mientras tanto las tierras orientales quedaron bajo la custodia de los Charrúa que una vez más demostraban su fidelidad incondicional al caudillo, hasta tanto este pudiera regresar a su territorio.
Artigas fue un adelantado en las ideas que proponía, netamente revolucionarias y federalistas, esto quedó demostrado en las instrucciones que envía con los diputados orientales a la Asamblea del Año XIII, entre las cuales solicitaba inmediata declaración de la independencia, igualdad, libertad y seguridad de todos los ciudadanos, división de poderes, gobierno central con autonomía provincial, formación de una confederación entre las provincias que integraban el Virreinato del Río de la Plata, establecimiento de la capital en Buenos Aires, libertad civil y religiosa, entre otras. No obstante, los diputados orientales fueron rechazados con la excusa de que no cumplían con los requisitos que se habían establecido para participar de dicha Asamblea. En realidad, las propuestas del líder popular significaban una amenaza para los porteños, dado que su ideario podría significar un verdadero cambio social y podía poner en riesgo el poder económico que estaba concentrado en pocas manos. ¿Será mera casualidad histórica?
Para los porteños era inadmisible que los seguidores de Artigas reclamaran derechos, se evidenciaba el rechazo radical de los políticos, comerciantes y terratenientes para con los reclamos de estos sectores populares que apoyaban al caudillo y que para ellos eran considerados bárbaros, anarquistas e inferiores.
No podían comprender como el que no sabía leer podía optar por un empleo al igual que el que poseía estudios, el que no trabajaba tener la misma riqueza que el industrioso, de esta manera la grieta se hacía cada vez más grande y las relaciones entre Buenos Aires y Artigas eran más tensas. A pesar de ello, Artigas continuaba con sus ideas de avanzada y quiso concretar un viejo sueño, el Reglamento agrario en el cual se decretaba la repartición de las tierras que no se trabajaban o la confiscación a “malos europeos o peores americanos”. Artigas manifestó “los más infelices serán los más privilegiados” e hizo entrega de estas tierras a criollos, indios, zambos y negros libres. Pero no era regalía, la premisa era que en esas parcelas de tierras que por cierto eran bastante extensas, debían construir un rancho con dos corrales en el plazo de dos meses, asimismo se les repartió ganado. Por lo tanto, estas extensiones de tierras estaban otorgadas con la finalidad de criar ganado; en caso de que los beneficiarios no cumplieran con lo establecido, la parcela sería restituida al Estado.
Sin dudas la reforma agraria Artiguista sentó precedentes y significó un modelo que, para la época, fue absolutamente innovadora y revolucionaria.
La figura de Artigas se enaltece cada vez más y su popularidad se extiende fundamentalmente en la región del Litoral al punto que se convierte en el Protector de los Pueblos Libres quedando incluidas aquí las provincias de Entre Ríos, Córdoba, Santa Fe, Corrientes, Misiones y La Banda Oriental.
Es digno de destacar el vínculo que se había construido entre los sectores populares y Artigas, una relación de fidelidad por parte de sus seguidores a cambio de la protección del caudillo. El trato que este tenía con los menos privilegiados era cariñoso y de respeto, una característica singular era que el protector podía pasar horas sentado frente al fogón en su rancho discutiendo asuntos de interés, rodeado de sus seguidores, aquí no se hacía distinción de jerarquías, todos eran tratados iguales, no se observaba
subordinación alguna, además en estos fogones se intercambiaban bromas y risas. Artigas había logrado formar junto a su gente, una gran familia. Si uno quiere generar paz, lo primero que debe generar es unión. Esa unión que nos haga fuertes, esa unión que ponga los intereses partidarios por sobre los intereses personales y particularmente en estos tiempos que se avecinan que solo se vea entre nosotros esa familia que busque el crecimiento del partido.
A nuestro prócer, la historia lo quiso olvidar, pero aun así sigue vivo entre quienes han podido comprender cuales eran los propósitos de un grande que solo luchó por la dignidad e igualdad de los olvidados, por revertir las condiciones sociales de algunos, y lograr un sueño americanista. Dejo estas palabras acá recordando una frase muy sentida para mí: “…nada debemos esperar que no sea de nosotros mismos…”