Ideas de los partidos para aumentar los nacimientos: salario maternal, licencia por cuidados y más centros CAIF
La baja en nacimientos es abrupta en Uruguay: en 2023 nacieron 18.000 menos que hace 10 años. El acceso a los métodos anticonceptivos y los cambios culturales sobre la maternidad y la paternidad son parte de las razones.
Las salas de maternidad están cada vez más tranquilas, no registran el movimiento de otras décadas. Uruguay, al igual que muchos países alrededor del mundo, experimenta una caída significativa en la tasa de natalidad. En 2023 el país alcanzó el número de nacimientos más bajo desde 1900, de acuerdo con el monitor de Estadísticas Vitales del Ministerio de Salud Pública (MSP). Mientras que el año pasado se registraron 31.385 nacimientos, hace 123 años la cifra fue de 30.589. Estamos como a principios del siglo pasado.
Diego Aboal, director del Instituto Nacional de Estadística (INE), dice que hay que ir a los números para empezar a ver la dimensión del fenómeno. “Ha habido una caída bastante dramática, sobre todo del 2015 para acá, teníamos 49.000 nacimientos y ahora 31.385. En un período de 10 años 18.000 menos, es una cifra bastante impactante”, dice Aboal.
Si se mira la tasa global de fecundidad (TGF), que es la cantidad media de hijos por mujer, entre 2005 y 2015 la tasa se mantuvo cerca de 2, pero cayó drásticamente a 1,24 en 2023. Esto quiere decir que las mujeres uruguayas pasaron de tener casi dos hijos en promedio, a solo uno. Aboal cree que no hay margen para saber si esta curva va a seguir bajando: “En diciembre vamos a presentar los datos finales del censo, y estamos elaborando un informe sobre la natalidad”.
Diego Aboal, director del Instituto Nacional de Estadística. | Estefania Leal/Archivo El Pais
El descenso de embarazos entre las adolescentes de 15 años y las mujeres de 24, significó “más de la mitad” de la disminución, según una investigación publicada por investigadores y docentes de la Udelar, La gran caída. El descenso de la fecundidad uruguaya a niveles ultra-bajos (2016 – 2021). Esta es una buena noticia, el embarazo adolescente y a tempranas edades, por lo general no planificado, se pudo evitar.
Los encargados de la investigación Ignacio Pardo, Wanda Cabella, Mariana Fernández Soto y Gabriela Pedetti, señalan que esto se debe al uso de los nuevos métodos anticonceptivos de larga duración, el implante subdérmico sobre todo, en esa franja etaria. El estudio añadió que es “esperable” que parte de los nacimientos “evitados” se registren luego, “engrosando las tasas de las madres de 25-29 años o más”, pero tampoco hay seguridad de que esas mujeres tengan hijos. Según lo que ha pasado en otros países, el “efecto rebote” es muy ligero.
No toda la caída es por los embarazos a temprana edad, también se ha estudiado que las mujeres de clase media deciden no tener su “segundo hijo” y que la decisión “del tercero” es cada vez menos probable.
El sociólogo Pardo dijo a El País semanas atrás que la situación es bastante irreversible “y no necesariamente es un drama, el asunto es qué se hace con eso.”
Los partidos políticos por unanimidad consideraron en la Rendición de Cuentas 2023 que los números de la natalidad tenían que ser estudiados. El diputado colorado Conrado Rodríguez impulsó la creación de una Comisión de Expertos en Política Poblacional en la órbita de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP). Hasta el momento sesionó solo dos veces, una en abril y otra en junio. El objetivo es marcar una hoja de ruta para estudiar la natalidad.
El diputado colorado Conrado Rodríguez impulsó la creación de una Comisión de Expertos en Política Poblacional. | Leonardo Maine/Archivo El Pais
El diputado colorado dice que hay que observar la migración: “En los últimos años hemos tenido oleadas de inmigrantes, sobre todo de Venezuela, Cuba y República Dominicana. Pero no sabemos si estas personas llegan con un plan de quedarse”. A priori la migración no es un elemento que muestre un crecimiento firme en la población uruguaya.
El economista Horacio Bafico, asesor en OPP y quien quedó a cargo de dicha comisión, explica que la primera reunión fue para conocer a los integrantes, y en la segunda instancia hubo una presentación del sociólogo Fernando Filgueira, jefe de la oficina local del Fondo de Población de ONU. Además de los partidos políticos con representación parlamentaria, en esta comisión hay representantes de diversos ministerios, entre ellos Desarrollo Social, Salud Pública, Interior, Educación y Cultura, y también el INE.
Según Bafico, la comisión podrá tener un trabajo con mayor base cuando estén los resultados del censo. Como mucho, habrá recomendaciones que podrán aplicarse en el próximo período.
Si bien esta comisión es nueva, en períodos pasados de gobierno ya existió una similar, que sumaba a organizaciones de la sociedad civil en la integración. Allí hubo estudios académicos sobre fecundidad.
Además de la decisión de tener cada vez menos hijos, Uruguay enfrenta un nuevo fenómeno poblacional: desde 2021 se registran más muertes que nacimientos. En 2023 murieron 34.678 y nacieron 31.385, según datos del MSP. La mayoría de los embarazos se concentraron en jóvenes de entre 25 y 29 años (8.158), en línea con otros años.
En todo el mundo
En países tan distintos como Japón, España y Corea del Sur, el número de nacimientos ha caído en picada. Algunas respuestas pueden sonar obsoletas, como en Rusia, cuando en 2022 el presidente Vladímir Putin firmó un decreto que revivió una medida de la era soviética. Se relanzó el premio “Madre Heroína”, creado en 1944, para estimular a los rusos a agrandar sus familias. Las mujeres que engendren diez o más hijos recibirán incentivos económicos de unos 16.500 dólares.
La baja que vemos en Uruguay llegará a toda la población de América Latina, Naciones Unidas indica que a partir de 2060 el continente dejará de crecer. El director del INE señala que el único continente que dentro de 40 años seguirá creciendo es África. Para Aboal es interesante atender el proceso detrás de la demografía: durante gran parte de la historia de la humanidad el crecimiento poblacional estuvo estrechamente relacionado con la disponibilidad de alimentos.
Mujer embrazada. | Foto: Anton Yasirov
De la misma forma que lo hace en sus clases de Crecimiento Económico en la Facultad de Ciencias Económicas, Aboal explica que, a diferencia de lo que se cree, el crecimiento económico no siempre ha sido parte de la historia de la humanidad. Antes de la Revolución Industrial, las personas vivían y morían con niveles de ingresos bastante similares. Fue a partir de 1700 que el crecimiento económico comenzó a acelerarse de manera exponencial, generando una mayor disponibilidad de alimentos y permitiendo el crecimiento demográfico mundial. Este proceso, que ha ocurrido en los últimos tres siglos, se refleja claramente en el aumento explosivo de la población mundial en las gráficas históricas.
¿Pero por qué ahora hay una baja? Las razones detrás de este cambio son diversas y complejas: desde la creciente inserción de la mujer en el ámbito laboral, el retraso en la edad de tener hijos, la incertidumbre económica, hasta transformaciones en la idea de familia y las ambiciones o preservación de futuro que tienen las mujeres jóvenes.
Sala de maternidad en Centro Hospitalario Pereira Rossell.
A estas razones hay que sumarle otra interrogante. La cuestión central en este tema es si la baja natalidad es realmente un problema. Mientras algunos sostienen que el descenso en la natalidad amenaza con desestabilizar economías y sistemas de seguridad social, otros sugieren que podría ser una oportunidad para reimaginar el equilibrio entre población, recursos y calidad de vida.
El director del INE cree que hay que estudiar los efectos que habrá en la seguridad social, y también en el crecimiento económico, teniendo en cuenta que quizás las nuevas generaciones deban tener mejor educación, para acceder luego a trabajos mejores pagos, y que así la economía continúe creciendo.
Pero en Uruguay la discusión está en pleno auge, y se metió en la campaña electoral.
Cabildo Abierto tomó la voz cantante con propuestas disruptivas, como pensar en “una adopción desde el vientre”. La candidata a vicepresidenta, Lorena Quintana, médica de profesión, dice que su partido plantea que la baja natalidad es un problema y que hay que visualizarlo. “Dentro de 15 o 20 años vamos a estar en peores situaciones que ahora si no actuamos”, alerta.
La candidata a vicepresidenta por Cabildo Abierta, Lorena Quintana, junto a Manini Ríos. | Ignacio Sanchez/Archivo El Pais
En el programa de Cabildo Abierto se propone implementar un salario maternal para la mujer que al tener su tercer hijo prefiera renunciar a su trabajo y quedarse en el hogar para su mejor crianza; esto sería de aplicación para aquellas familias con ingresos inferiores a diez salarios mínimos nacionales. Además, proponen realizar campañas de sensibilización social sobre la importancia del matrimonio, la familia y la maternidad.
Álvaro Delgado, Valeria Ripoll y Rodolfo Saldain. | Foto: Prensa Álvaro Delgado.
Desde el Partido Nacional presentaron un paquete de medidas sociales que buscan atender a la primera infancia y frenar la caída de la natalidad, con dos grandes propuestas: fortalecer los centros de cuidados de niños y las transferencia monetarias para familias vulnerables con niños. En conferencia de prensa, Álvaro Delgado lo decía así: “Vamos a priorizar la primera infancia y el desafío demográfico, que es importante en Uruguay y que hay que abordar con responsabilidad y seriedad. Cada vez nacen menos niños en Uruguay.”
El Partido Nacional también anunció que crearía una licencia “por cuidados” para padres y madres de hijos de hasta tres años de edad, de hasta 10 días por año, 5 días para el padre y 5 para la madre. También proponen extender la licencia maternal a trabajadoras no dependientes, al igual que empresarios independientes, sin importar el número de empleados a cargo, así como a las profesionales universitarias. Todo este plan del Partido Nacional tendría un financiamiento de 200.000.000 dólares.
La medida de las licencias extendidas, con matices, es compartida por todo el sistema político. Desde el Frente Amplio se cree que también se debe de sumar a las licencias los padres adoptantes.
Cristina Lustemberg, diputada del Frente Amplio. | Foto: Estefanía Leal/Archivo El País.
La frenteamplista Cristina Lustemberg, pediatra y diputada, dice que no se puede ver la baja de la natalidad como un problema que tenga soluciones “natalistas”.
“La preocupación política nuestra no es por qué nacen menos niños, nuestro abordaje tiene que ver con que cada mujer tenga los hijos que quiera tener, claro que hay que mejorar el sistema de cuidados, pero tenemos 157.000 niños que están por debajo de la línea de la pobreza. Creemos que lo más importante es cuidar a los niños que ya están”, dice Lustemberg.
Rodolfo Saldain, abogado especializado en Derecho de la seguridad social, quien trabaja estos temas en el equipo de Delgado, dice que las realidades sociales culturales han cambiado, y que es necesario visibilizar que hoy las mujeres jóvenes tienen otras expectativas para su vida, y que ser madre no está en el horizonte de muchas.
Rodolfo Saldain, abogado especializado en Derecho de la seguridad social. | Foto: Francisco Flores
Saldain dice que hay que ser muy cautelosos a la hora de las propuestas, porque ya está demostrado a nivel mundial que el incentivo económico por hijo no es una política eficaz. El economista va más profundo en el análisis, mirando los indicadores uruguayos. “Las familias de menor nivel socioeconómico son las que tienden a tener el mayor número de hijos, esa no es la situación más deseable. Lo deseable sería lograr que las familias de todos los niveles socioeconómicos lograran una procreación acorde a sus preferencias”.
Saldain considera que no puede haber “una segmentación de la natalidad por nivel socioeconómico”.
El Partido Nacional estudió propuestas que se han tomado en otros países. Y por eso propone que el sistema de cuidados sea de buena calidad, esta propuesta es compartida por todos los partidos políticos. “Sobre todo pensando en la experiencia nacional, los CAIF y el Sistema Nacional de Cuidados, pero además tiene que haber un cambio, un involucramiento más activo de los padres, de los varones, en la crianza”, dice Saldain.
La representante del Frente Amplio considera que en el actual gobierno hubo un estancamiento en el sistema nacional de cuidados. “No decimos que dejó de funcionar, pero no hubo un incremento de las personas que se suman a los distintos servicios”, dice Lustemberg. Además, la diputada considera que no se ha logrado instalar el cambio cultural necesario. “Los cuidados tienen que ser profesionales; sigue la idea de que las familias, y las madres principalmente, tienen la responsabilidad absoluta de los cuidados. Las mujeres seguimos sosteniendo el sistema con nuestro trabajo de cuidados no remunerado”, dice.
En el comando del colorado Andrés Ojeda no respondieron las consultas de El País.
Rol del Estado
Hay otro elemento en el que todos los partidos políticos están de acuerdo: extender la cantidad de horas de los CAIF, y que no sean solo para las personas de menos recursos, sino que pasen a ser una opción para las madres de clase media. Hoy no pueden elegir este régimen de cuidado, porque la prioridad está en los niños que vienen de familias más empobrecidas
Los CAIF atienden a miles de niños uruguayos.
Respecto a las transferencias monetarias directas, todos consideran que deben de mejorarse. No sólo más dinero para las familias que decidan tener hijos y no puedan enfrentar los gastos, sino pensar en solucionar muchos de los problemas burocráticos que hay.
En este mar de propuestas, Cabildo Abierto plantea que se debe aplicar una disminución del IRPF en las familias que decidan tener hijos. “Hay estudios de comportamientos reproductivos en Uruguay que muestran que la mayoría de los uruguayos, una vez pasada la edad reproductiva, tienen menos hijos de los que les hubiera gustado tener. En especial la clase media, la que posterga”, dice la candidata de Cabildo Abierto.
Este fenómeno que señala Quintana está desarrollado en el estudio¿Qué hacer ante la baja fecundidad? Sistematización de políticas y recomendaciones para el caso uruguayo, publicado en el año 2011 por la Comisión Sectorial de Población de la OPP.
Para Valentina Perrotta, docente e investigadora del Grupo Sociología de Género de la Facultad de Ciencias Sociales de la Udelar, la tendencia de “doble insatisfacción” tiene que ser tomada en cuenta a la hora de pensar políticas públicas. Este fenómeno se da cuando las mujeres pobres tienen más hijos que los deseados, mientras que las demás tienen menos hijos de los que desean
La socióloga Perrotta cree que el Estado tiene que tener un rol central, al igual que las empresas, para poder garantizar licencias para hombres y mujeres. Y también para que el embarazo deje de representar un estancamiento en la vida laboral, educativa y social de las mujeres. “Para todo eso se necesitan cuidados profesionales, las familias de clase media tienen que tener la tranquilidad de que sus hijos estén en un lugar seguro”, dice la socióloga.
Perrotta tiene un enfoque crítico sobre el debate acerca de la baja natalidad en Uruguay. “El descenso en el número de nacimientos no debe valorarse automáticamente como un problema. El verdadero desafío es mejorar la infraestructura de cuidados para que las personas puedan combinar su vida laboral con la crianza de sus hijos de manera sostenible”, sostiene la investigadora. Y estamos muy lejos de eso.
Fuente: El País