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Efraín: «Reestructura de la deuda física, espíritu y grandeza del legislador»

Este tema da para mucho porque sobre él, se podría escribir tanto del pasado, como del presente y también del futuro. A modo de ejemplo, 𝘀𝗶 𝗲𝗹 𝗽𝗿𝗼𝘆𝗲𝗰𝘁𝗼 𝘀𝗲 𝗰𝗼𝗻𝘃𝗶𝗿𝘁𝗶𝗲𝗿𝗮 𝗲𝗻 𝗹𝗲𝘆: ¿cómo afectaría, a los acreedores y deudores, por los prestamos ya otorgados? Es decir, sobre los préstamos a los que se accedieron o se accede mientras no se aprueba una nueva ley y hasta que dicha ley, no entre en vigor.

En términos generales y en criollo, deudor es quien debe algo o está obligado a satisfacer o pagar una deuda, sea -para poner un ejemplo- de 10.000 dólares americanos o pesos uruguayos 100.000.

Partiendo de ese sencillo concepto sobre lo que es un deudor, debo aclarar que no voy a escribir sobre el contenido del segundo proyecto presentado por Cabildo Abierto porque no tiene sentido; y no lo tiene porque: 𝘂𝗻 𝗽𝗿𝗼𝘆𝗲𝗰𝘁𝗼, 𝗺𝗶𝗲𝗻𝘁𝗿𝗮𝘀 𝗻𝗼 𝗲𝘀 𝗹𝗲𝘆 𝘃𝗶𝗴𝗲𝗻𝘁𝗲, 𝗻𝗼 𝗽𝗮𝘀𝗮 𝗱𝗲 𝘂𝗻𝗮 𝘀𝗶𝗺𝗽𝗹𝗲 𝗿𝗲𝗱𝗮𝗰𝗰𝗶ó𝗻 𝗹𝗶𝘁𝗲𝗿𝗮𝗹, 𝗽𝗿𝗼𝘃𝗶𝘀𝗶𝗼𝗻𝗮𝗹, 𝗾𝘂𝗲 𝗹𝗹𝗲𝗴𝗮𝗿á 𝗼 𝗻𝗼 𝗮 𝗰𝗼𝗻𝘃𝗲𝗿𝘁𝗶𝗿𝘀𝗲 𝗲𝗻 𝗹𝗲𝘆, dado que, el tenor literal de un proyecto -en el transcurso del trámite legislativo- puede variar o no ser aprobado.

En cambio, sí tiene sentido aprovechar este espacio para hacer referencia a la 𝗶𝗻𝘁𝗲𝗻𝗰𝗶ó𝗻 o al 𝗲𝘀𝗽í𝗿𝗶𝘁𝘂 𝗾𝘂𝗲 𝗵𝗮 𝘁𝗲𝗻𝗶𝗱𝗼 𝗲𝗹 𝗹𝗲𝗴𝗶𝘀𝗹𝗮𝗱𝗼𝗿 𝗽𝗮𝗿𝗮 𝗽𝗿𝗲𝘀𝗲𝗻𝘁𝗮𝗿𝗹𝗼.

El espíritu de la ley en ciernes, cuya iniciativa corresponde a los senadores de Cabildo Abierto, Guido Manini Ríos, Guillermo Domenech y del entonces también senador, Raúl Lozano, tiene dos grandes objetivos:

1) 𝗱𝗮𝗿 𝘀𝗼𝗹𝘂𝗰𝗶ó𝗻 𝗮 𝗹𝗮 𝘀𝗶𝘁𝘂𝗮𝗰𝗶ó𝗻 𝗾𝘂𝗲 𝗵𝗼𝘆 𝗮𝗳𝗹𝗶𝗴𝗲 𝗮 𝗮𝗹𝗿𝗲𝗱𝗲𝗱𝗼𝗿 𝗱𝗲 630.000 𝘂𝗿𝘂𝗴𝘂𝗮𝘆𝗼𝘀, (“actores demandantes” para el sistema financiero), que en la actualidad son considerados deudores irrecuperables por el Banco Central del Uruguay y 𝗰𝗲𝗿𝗰𝗮 𝗱𝗲 1.000.000 𝗾𝘂𝗲 𝗲𝘀𝘁á𝗻 𝗲𝗻 𝗲𝗹 𝗰𝗹𝗲𝗮𝗿𝗶𝗻𝗴.

2) Legislar para que, 𝗱𝗲 𝗮𝗾𝘂í 𝗲𝗻 𝗺á𝘀, 𝗹𝗼𝘀 𝗶𝗻𝘁𝗲𝗿𝗲𝘀𝗲𝘀 𝘀𝗼𝗯𝗿𝗲 𝗲𝗹 𝗺𝗼𝗻𝘁𝗼 𝗽𝗿𝗲𝘀𝘁𝗮𝗱𝗼 𝗻𝗼 𝘀𝗲𝗮𝗻 𝗮𝗯𝘂𝘀𝗶𝘃𝗼𝘀 al extremo de ser una usura encubierta.

Si bien el fondo del tema es financiero, yo lo defino como la consecuencia de un comportamiento social, o más bien sino-social . ¿Porqué?, porque el mensaje de los últimos 15 años ha sido: “𝘀𝗼𝗺𝗼𝘀 𝘁𝗼𝗱𝗼𝘀 𝗶𝗴𝘂𝗮𝗹𝗲𝘀”, “𝘆𝗼 𝘁𝗮𝗺𝗯𝗶é𝗻 𝗽𝘂𝗲𝗱𝗼”, “𝘆𝗼 𝘁𝗲𝗻𝗴𝗼 𝗱𝗲𝗿𝗲𝗰𝗵𝗼”. Entonces me entran $ 20.000 y 𝗴𝗮𝘀𝘁𝗼 𝗼 𝗾𝘂𝗶𝗲𝗿𝗼 𝗴𝗮𝘀𝘁𝗮𝗿 $ 25.000. Y como no tengo o no me sobra, para comprarme una pilcha, ir a un baile, festejar un cumpleaños, o salir a veranear, pido prestado y después vemos.

O sea que, 𝗲𝗹 𝗼𝗿𝗱𝗲𝗻 𝗱𝗲 𝗽𝗿𝗶𝗼𝗿𝗶𝗱𝗮𝗱𝗲𝘀 𝗲𝗻 𝗹𝗮 𝘃𝗶𝗱𝗮, 𝗻𝗼 𝗲𝘀𝘁á 𝗱𝗲𝗹 𝘁𝗼𝗱𝗼 𝗰𝗹𝗮𝗿𝗼. Antes las prioridades pasaban por ahorrar los ingresos que se pudieran para tener un techo propio, comprar un auto, etcétera.

Por otro lado, 𝗹𝗼𝘀 𝗾𝘂𝗲 𝘀𝗮𝗯𝗲𝗻 𝗾𝘂𝗲 𝗲𝘀𝘁𝗼 𝗲𝘀 𝗮𝘀í, 𝘀𝗲 𝗹𝗮 𝗵𝗮𝗰𝗲𝗻 𝗳á𝗰𝗶𝗹 𝘆 𝗲𝗻 𝘂𝗻 𝗯𝗼𝗹𝗶𝗰𝗵𝗲 𝗱𝗲 𝗯𝗮𝗿𝗿𝗶𝗼 𝗵𝗼𝘆 𝗹𝗲 𝗽𝗿𝗲𝘀𝘁𝗮𝗻 $ 10.000 𝘀𝗼𝗹𝗼 𝗰𝗼𝗻 𝗹𝗮 𝗰é𝗱𝘂𝗹𝗮 𝗱𝗲 𝗶𝗱𝗲𝗻𝘁𝗶𝗱𝗮𝗱 y problema inmediato solucionado.

𝗗𝗲𝘀𝗽𝘂é𝘀 𝘃𝗶𝗲𝗻𝗲 𝗹𝗮 𝗰𝗮𝗹𝗲𝘀𝗶𝘁𝗮, y saco el tercer préstamo para pagar el primero y el segundo. Así van, y así terminan, al extremo de 𝗿𝗲𝗰𝘂𝗿𝗿𝗶𝗿 𝗮𝗹 𝗺𝗲𝗿𝗰𝗮𝗱𝗼 𝗱𝗲 𝗽𝗿é𝘀𝘁𝗮𝗺𝗼𝘀 𝗻𝗲𝗴𝗿𝗼, con las consecuencias que todos sabemos, 𝗮 𝗹𝗼𝘀 𝗷𝘂𝗲𝗴𝗼𝘀 𝗱𝗲 𝗮𝘇𝗮𝗿 y hasta lo más extremo, 𝗲𝗹 𝗱𝗲𝗹𝗶𝘁𝗼 o 𝗲𝗹 𝘀𝘂𝗶𝗰𝗶𝗱𝗶𝗼.

Entonces, Cabildo Abierto puso sobre la mesa de la coalición republicana un tema para el debate interno entre los “socios” y de la propia oposición: ¿𝗣𝗼𝗿 𝗾𝘂é 𝗲𝘀 𝗻𝗲𝗰𝗲𝘀𝗮𝗿𝗶𝗼 𝗾𝘂𝗲 𝘀𝗲 𝗰𝗼𝗻𝘃𝗶𝗲𝗿𝘁𝗮 𝗲𝗻 𝗹𝗲𝘆 𝗰𝗼𝗻 𝗲𝘀𝘁𝗲 𝘂 𝗼𝘁𝗿𝗼 𝗰𝗼𝗻𝘁𝗲𝗻𝗶𝗱𝗼 𝗮𝗹𝘁𝗲𝗿𝗻𝗮𝘁𝗶𝘃𝗼?

Para que:

1) El deudor pague lo justo.

2) El acreedor cobre lo correcto, justo y razonable, sin una usura encubierta por la legalidad.

3) El deudor vuelva al mercado o a la corriente comercial.

4) La economía vuelva a tener en movimiento el capital de esa persona que hoy no opera en la corriente comercial.

5) El Banco Central disponga intereses razonables.

6) El deudor no recurra al mercado negro para acceder a préstamos, con los riesgos que conlleva para sí y su familia.

Ahí está el verdadero espíritu del “proyecto de ley”, plasmado en la intención de los legisladores que han tenido la iniciativa sobre dicho tema, en base a los antecedentes económicos y sociales que vienen ocurriendo desde larga data y generados por quienes hoy son oposición. Los senadores de Cabildo Abierto han demostrado coherencia y racionalidad en la intención que los llevó a presentar el proyecto, porque no ignoran y se preocupan por lo que ocurre hoy día en nuestra sociedad.

Además, la grandeza del líder de Cabildo Abierto, senador Guido Manini Ríos queda de manifiesto cuando públicamente expresó que: están dispuestos a recibir aportes para mejorar el proyecto porque lo que realmente se quiere, es llegar a una solución para tanta gente que, hoy por hoy, está muerta civilmente, excluida de una serie de beneficios o de posibilidades que brindan distintas reparticiones del Estado y en definitiva de acceder a determinado tipo de crédito.

Estos argumentos que acabo de exponer, en forma genérica, son los que nuestra agrupación “𝗥𝗶𝘃𝗲𝗿𝗮 𝗔𝘃𝗮𝗻𝘇𝗮” piensa esgrimir cuando, eventualmente, sea necesario salir a recolectar firmas para lograr un plebiscito.

​​​​​𝗘𝗳𝗿𝗮í𝗻 𝗠𝗮𝗰𝗶𝗲𝗹 𝗕𝗮𝗿𝗮𝗶𝗯𝗮𝗿

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